José Egido, declaración publica

DECLARACION PUBLICA

Nos encontramos nuevamente frente a la gran encrucijada que ha afectado al país y a todos los últimos gobiernos que se han venido sucediendo desde al año 1998 a la fecha, me refiero al Petróleo Diesel, principal insumo de nuestra industria en general y en particular del transporte de carga por carretera, digo en particular ya que el transporte de carga por carretera que es el que mueve el país de punta a punta, depende única y exclusivamente de este vital elemento como combustible y abarca el 60% app. del costo operativo en cada viaje.

En Febrero de 1999 el precio del barril en el mercado internacional oscilaba en los U$ 9.9 y el precio de venta en surtidos era de $ 125.89 por litro, posteriormente comenzó una espiral infinita que ha alcanzado este ultimo tiempo valores internacionales insospechados, para que decir en el mercado interno, en donde estos últimos años pasamos de $ 125.89 pesos el litro a casi $ 610 en la zona central del país, alzando su valor por casi un 485 %.

Que se ha hecho realmente para minimizar estos efectos negativos? , solo medidas de parche comenzando por un seguro que funcionaba cuando el diesel superara los U$70 en promedio el valor del barril, luego una rebaja transitoria en el IE de las bencinas (de 6.5 a 4.5 UTM). Menciono estas por ser algunas de las más renombradas en el tiempo, pero medidas de fondo o que realmente nos pongan a salvaguarda de estos – cada vez más periódicos embates en el valor del crudo – ninguna. Hoy en día no escapamos a esta realidad ya que a menos de un mes de la publicación de una ley del SIPCO estamos “apurando” una modificación para evitar mayores alzas en el valor de venta de los combustibles.

Este tema es un “enfermo” que vive permanentemente en la Unidad de Tratamientos Intensivos y tratamos de sanarlo con calmantes cuando de verdad requiere una cirugía mayor. Naturalmente todo esto acarrea y trae consigo que se produzca una tremenda inestabilidad e inseguridad – no tan solo en nuestro sector – si no que en todas las áreas que debemos de “competir” en el mercado del país, solo se libran aquellos que por decretos, normas o reglas pueden recalcular sus valores de acuerdo a polinomios de reajustabilidad reconocidos y avalados por la autoridad, aplicando a sus tarifas los diferenciales producto de las alzas, que por lo demás se quedan “pegadas” y pasan a ser parte del precio final, a nosotros – los camioneros – esta inestabilidad  nos imposibilita de entregar tarifas o valores sustentables en el tiempo, es mas seria muy osado ahora entregar tarifas – incluso – con una semana de antelación , ya que ignoramos como se nos viene “la mano” los próximos siete días, por lo demás la escasa fiscalización en carretera alienta a inescrupulosos a vender y entregar un servicio de transporte inseguro y deficiente, también desalienta a las empresas que cumplen religiosamente con sus obligaciones y responsabilidades laborales , pago de imposiciones , leyes laborales, pagos de IVA y otros que exige cualquier norma chilena o ISO espera se cumplan, este cuadro nos delata la verdadera falta de una ley de transporte en Chile y un sistema de reajustabilidad o de estabilización del valor del diesel, serio seguro y eficiente para esta industria que es la única de las actividades económicas que no rebaja en un 100% el Impuesto Especifico a diferencia de otras como la construcción, la minería y la agricultura entre otras.

Los camioneros de esta Quinta Region, abogamos por una real transparencia en los valores de los combustibles, por un trabajo serio y eficiente a modo de entregar una estabilidad con un horizonte que vaya mas allá de los siete días de la semana para este sector que compra en dólares, trabaja en pesos y paga en unidades de fomento.

Jose Egido Arriola

Presidente federación dueños de camiones v región.